Los poderes políticos nos repiten que el Estado del Bienestar es insostenible porque su coste es muy elevado, por lo cual los recortes son inevitables. Pero el gasto público en España suponía en 2010 el 43% del PIB, muy por debajo de la media europea, del 51%. España solo supera en este aspecto a países como Letonia o Rumanía, y está por debajo de todas las grandes economías europeas. El gasto en protección social supone en España el 18% del PIB frente al 22% de la UE.
Es mentira que el problema de déficit del estado español sean los elevados gastos sociales. El déficit se produce cuando los ingresos son menores que los gastos. En el año 2007 España no tenía déficit, tenía superávit, esto es, más ingresos que gastos.
El origen del déficit está principalmente en la reducción de los ingresos fiscales, así como en las grandes cantidades de dinero regaladas a la banca. España es junto con Grecia, Portugal e Irlanda el país donde los ingresos del estado son menores, un 33% del PIB en el año 2010 frente al 39% en la UE. En estos cuatro países las políticas fiscales recaen principalmente sobre las rentas del trabajo, y favorecen a las rentas del capital.
A esto se une un elevado fraude fiscal, en torno a los 90.000 millones de euros, del cual el 72% corresponde a las grandes fortunas y empresas y a la banca.
El gasto social es salario indirecto para los ciudadanos. Es una conquista en la lucha de generaciones. Al reducirlo, se busca privatizar servicios esenciales para la población priorizando los beneficios económicos particulares frente al interés general.
Exigimos el cese inmediato de los recortes y privatizaciones. Exigimos la persecución del fraude y una política fiscal progresiva y justa que grave más a quien más tiene, y que sea suficiente para cubrir los servicios básicos a la población.
Grupo de trabajo de economía Sol